Sonrisas enmascaradas

Hipocresía personificada. Personas que fingen sentimientos, que esconden la verdad tras una máscara de plástico que muestra la simpatía y bondad que realmente no sienten. Y no niego que todos tengamos esa máscara que de vez en cuando usamos y tras la que escondemos nuestros miedos e inquietudes, tan sólo opino que hay que saber elegir con quién debemos y con quién no debemos hacer uso de ella. Existen personas que se esconden tras esta fachada y esperan que tú muestres tu verdadera cara, ¿por qué? Porque sino, al parecer, piensan que les han dado una patada, que les han fallado. ¿Mi opinión? Mi opinión es que deberíamos dejar de pensar que somos el ombligo del mundo, dejar entrever más nuestra verdadera faceta y ser nosotros mismos. Deja de estar tan pendiente de lo que hacen o dejan de hacer los demás, preocúpate de ti mismo. '¿Por qué me han fallado?' ¿Por qué en vez de analizar a los demás, no te analizas tú en primer lugar? Date cuenta que te han fallado porque en algún momento tú hiciste 'algo', y ese 'algo' tuvo consecuencias. Así que deja de quejarte y cambia por tu bien y por el bien de los demás, deja de hacerte la víctima porque aquí los demás somos los primeros que sufrimos. No se trata de reírse de los demás, de fallar o no; creo que ya somos lo bastante mayorcitos como para saber que nadie más que tú va a mirar por ti. No tienes exclusividad en el mundo del dolor, aquí, aunque tú no lo veas (o no lo quieras ver), todos tenemos un pase a ese mundo, y lo usamos a menudo, como todos. Esto no se trata de madurez, se trata de tener un poco de sentido común, joder.

I used to rule the world

¿Cuántas veces hemos soñado con ser mejor de lo que somos? ¿Con cuantísima fuerza hemos deseado dejar de ser invisibles para los demás? Millones de veces hemos sentido como si ni siquiera existiesemos, como si nadie nos viese o prestase atención; y es ahí cuando te preguntas: ¿Por qué yo?¿Por qué me sucede esto a mí? Nunca encontramos las respuestas a esas preguntas; no sabes si quiera cómo has llegado hasta ese punto. Estamos construidos sobre pilares que se van derrumbando cada día un poco más, acabando todo hecho añicos por los suelos. Somos castillos de arena; difíciles de construir, fáciles de derruir. Con un simple roce, todo se desmorona, nos deja destrozados y hechos polvo. ¿Cómo podemos ser tan fáciles? ¿Por qué nuestra autoestima es tan sumamente baja? Hay personas acostumbradas a 'gobernar' a los demás, acostumbran tener el mundo bajo los pies, mientras otros hacen el trabajo sucio; y esa es la parte que nos toca a nosotros. Nos dejamos pisotear por los demás, dejamos que sean ellos quienes elijan cómo deberíamos sentirnos; y eso es un error, un gran error. Valemos muchísimo más que eso; nuestra vida tiene el valor que nosotros queramos que tenga, no el que imponen los otros. Aunque no todos lo vean, estamos repletos de fortaleza y valentía, y es algo que deberíamos demostrar. Sería perfecto el hecho de que se nos reflejase esta fortaleza, con tal de demostrar que nosotros también podríamos tener el mundo bajo nuestros pies si lo deseamos.

Por siempre

Fallamos; caemos y volvemos a caer, pero siempre nos levantamos, aunque a veces es cierto que nos cuesta y necesitamos un pequeño empujón. No nos costó mucho descubrir que las palabras "para siempre" son falsas, equívocas y nos producen dolores de cabeza constantemente. Nunca debimos confiar en esas sucias palabras. Pocas veces se cumplen, por no decir nunca. Estas palabras se esfuman junto con las promesas que ciertas personas juraron que iban a cumplir y, ¿qué nos queda ahora? Nada, no nos queda nada. Todas las promesas desaparecieron, todos los futuros soñados se hicieron añicos, las personas que pensamos alguna vez que siempre estarían con nosotros, quedaron atrás; qué irónico. Deberíamos ser lo suficiente elocuentes como para saber que lo que hoy nos une estrechamente como si fuésemos uno solo, mañana pasará a ser polvo. No quedará nada; bueno, tal vez odio, rencor, mil sentimientos ahogados que nos presionan el pecho intentando explotar y expanderse, intensificando nuestro dolor. Lo que necesito ahora es vivir el momento, hakuna matata, como dicen. Vivir como si el tiempo corriese a gran velocidad, como si se escabullera de nuestras manos y nos debiera algo. Siempre nos quedarán las lecciones que aprendemos en cada caída, y eso nos hará más fuertes. La vida se venga de la felicidad, y esto lo sabemos todos de primera mano.

 

- Nunca será siempre, nunca digas nunca porque siempre se arrepiente. Miente más que habla bla bla bla, siempre miente. Cuando dices hasta nunca, o cuando dices para siempre. 

Escondidos

Defectos, complejos. Nos escondemos tras facetas que no nos pertenecen; nos justificamos con palabras bonitas, pretendiendo convencer a los demás, e incluso, algunas veces, terminamos por creérnoslo nosotros mismos. ¿A quién intentamos engañar? Por muy diferentes que parezcamos ser, aquí todos somos similares. Todos nos entregamos a las lágrimas en la oscuridad de la noche, cuando pensamos que nadie nos escucha; todos mentimos para hacer pensar que estamos perfectamente, cuando realmente lo único que deseamos es derrumbarnos. Si me preguntas qué es lo mejor de esto, te diría que es el hecho que, por muy semejantes que seamos todos, intentamos molestarnos y hacernos la vida imposible los unos a los otros. ¿Por qué? Porque somos idiotas, simplemente. Somos tan súmamente susceptibles que pensamos que nuestra vida es miserable, y sólo será mejor si la vida de esas otras personas es peor que la nuestra. Deberíamos dejar de adornar nuestros actos y nuestras palabras, quitarnos esas máscaras que todos llevamos colocadas y mostrarnos tal y como somos. Dejar de ocultarnos tras alguien que no somos sería un buen comienzo para llegar a ser alguien no tan impertinente. Una vez escuché decir que nos mostramos realmente tal y como somos cuando nos sentimos vulnerables. Tal vez sea cierto; tal vez sea verdad que necesitemos deshacernos de vez en cuando de esa inmunidad que cada uno se implanta en sí mismo para conocernos mejor.
 

Mil pedazos

Pulsaciones aceleradas, latidos en mis oídos. Lo único que escucho es la incesante voz de mi cantante favorito. Ruedo ansiosamente por la cama, pretendiendo esquivar mis pensamientos. Lo último que necesito ahora mismo es pensarte, sentirte. Recordar mis dedos jugueteando en tu pelo me destroza por dentro. Tu risa hace eco en mí, y veo tu sonrisa tras mis párpados. Todos aquellos días que pasé junto a ti se quedaron en el pasado, ahora tansolo forman parte de mi memoria. Dicen que con cada situación que vives, aprendes algo nuevo, y yo no soy quién para discrepar. Contigo aprendí que hay cosas que es mejor perder, y que todo lo que tenga que ser, será. Si algo he aprendido también, es que nunca es tarde, que aún habiéndo quedado destrozada en mil pedazos, sé que algún día de estos voy a olvidar. Puede que la mayoría estemos perdidos -sí, yo también, no lo negaré- pero debemos sacarnos eso de la cabeza, a nadie se le niega el amor, es cierto, pero deberíamos centrarnos primero en hayarnos a nosotros mismos ante todo. Voy a mentir, a odiar. Voy a buscarme para encontrarme y para volverme a perder. Voy a olvidar que no puedo olvidarte, pero sobretodo voy a ser feliz, y eso no lo podrá evitar nadie.

- I will prove that I'm strong. You'll see that behind this soft exterior, lies a warrior.

Siempre estaré a tu lado

Palabras que se llevó el viento un día cualquiera. Personas que se fueron borrando poco a poco de nuestro día a día. Nos rodeamos de soledad, sintiendo un vacío que nunca estuvo lleno. Quizás ni siquiera medio lleno. Todo quedó atrás; aquellas promesas que algún día quisiste cumplir, los días en los que todos éramos realmente felices. Una lágrima por cada persona perdida, un llanto por cada golpe recibido. ¿Fuimos realmente felices? ¿No crees que, quizá, estabas simplemente cegado por el momento? Empiezo a pensar que todo fue un engaño. Ciertamente nunca estuve rodeada de verdaderos amigos. Nunca tuve nada a lo que aferrarme para subsistir al miedo. Mentiras enmarañadas que solamente conducen a un final roto, incompleto. Lo único que nos queda por hacer es entregarnos al frío abrazo de la soledad, e intentar mantenernos despiertos.